Investigadores del CGNA identifican proteína no digerible de fuentes vegetales

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La industria acuícola enfrenta al desafío de sustituir las cada vez más costosas proteínas de origen animal, por aquéllas de origen vegetal. Pero no es llegar y cambiar la dieta de los peces, es fundamental la investigación científica para entender cómo los salmones digieren las proteínas de origen vegetal, específicamente las del lupino amarillo, de manera de poder optimizarlas.

Los peces en general, y en especial los carnívoros como el salmón, requieren de dietas altas en proteína para cubrir sus requerimientos nutricionales. En la industria acuícola, la mayoría de estas proteínas provienen de la harina de pescado, pero debido a sus costos cada vez más altos, las proteínas vegetales han ido tomando importancia en la sustitución parcial de las proteínas de origen animal. Sin embargo, las fuentes vegetales no poseen la misma calidad. Por eso, investigadores del CGNA se enfocaron en identificar qué proteínas de origen vegetal -específicamente del lupino amarillo (Lupinus luteus)- no pueden digerir los salmones. Este conocimiento es fundamental para desarrollar estrategias genéticas de mejoramiento del lupino amarillo: estudiar la factibilidad que no produzca este tipo de proteínas, que por el contrario, promueva aquéllas que son mejor absorbidas por el sistema digestivo del salmón. De esta manera, las fuentes vegetales serían más eficientes y más amigables con el medio ambiente (los salmones producirían menos deshechos), lo que permitiría  aumentar la sustitución de proteínas de origen animal para preservar las cada día más escasas fuentes marinas.

El Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA) desarrolló la variedad de lupino amarillo AluProt-CGNA, que posee 2,5 veces el contenido de aminoácidos azufrados que otros lupinos y un mínimo de 30% más que la soya. Pese a la alta digestibilidad del lupino, el interés del CGNA fue identificar las proteínas que no son digeridas por los salmones y que, por ende, no son utilizadas por estos peces. Los investigadores descubrieron mediante ensayos in vitro que, principalmente, sólo una proteína de cadena larga del tipo δ-Conglutina (delta-Conglutina) no es digerida por los salmones. Esta proteína es de almacenamiento en la semilla, es decir, una reserva biológica de iones metálicos y aminoácidos. Al tratarse de una proteína de almacenamiento podría ser eliminada mediante mejoramiento genético para generar lupinos sin este tipo de proteína. En síntesis, los investigadores buscan producir un producto alimenticio de mayor calidad para la industria acuícola y más amigable con el ambiente marino.

Takahiro Ogura, investigador del CGNA, fue el autor principal de este estudio publicado por la prestigiosa revista PLOS one. También participaron por el CGNA Iván J. Maureira-Butler, Adrián Hernández y Haroldo Salvo-Garrido. Mientras que Tomoko Aizawa, Jun Ogihara y Michio Sunairi, por la Universidad de Nihon (Japón); y Javier Alcaíno, por la Universidad Católica de Temuco.

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