CGNA es destacado por Revista Capital, por su aporte a La Araucanía
Publicado en Revista Capital el 9 de diciembre de 2015
Artículo titulado “IX Región de La Araucanía: Ciencia Natural” publicado en la última edición de la revista, donde se busca visibilizar las iniciativas que desde la ciencia, el turismo, la educación y el emprendimiento están transformando a las regiones, sus habitantes y comunidades. En esta ocasión se destacó la presencia y aporte del CGNA en La Araucanía.
Emplazado en un entorno de envidiable verde en la ciudad de Temuco, se encuentra el Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola, CGNA. Creado en 2005, es ahí donde avezados científicos se reúnen en uno de los laboratorios de investigación en genómica y proceso tecnológicos líderes en Chile.
El año pasado ganó el Premio Nacional de Innovación en la categoría recursos naturales gracias al desarrollo de un grano premium, AluProt-CGNA®, un lupino dulce con 60% de contenido proteico en grano descascarado, lo que lo convierte en el grano con mayor concentración de proteína vegetal existente en el mundo.
Esta innovación está asociada a un emprendimiento de la Agricultura Familiar Campesina, una agrupación en la que participan, entre otras, comunidades mapuche, quienes incubados por el Centro, inéditamente están certificando semilla de primera calidad y llegando al mercado de la proteína vegetal.
Esta captura de valor les da una oportunidad de mejorar su calidad de vida y aportar al desarrollo regional. Haroldo Salvo-Garrido, director de CGNA, trabajó con el premio Nobel de la Paz de 1970, Norman Borlaug, y luego en Japón e Inglaterra con los creadores del mapa genético. “Como CGNA queremos contribuir a que La Araucanía salga de los commodities y que pueda participar en el mercado con productos saludables, naturales, de alto valor agregado, y que esta captura de valor contribuya al desarrollo económico y social de la Región”, explica Salvo-Garrido.
Pese a que CGNA podría estar en cualquier lugar del planeta, dice su director, trabajar en La Araucanía proporciona un valor único por su riqueza, tanto en lo cultural como por su biodiversidad. “Esto se presenta como una gran oportunidad para crear, pero se requiere conocimiento para aprovechar estas ventajas, que en mi opinión, es lo que le falta a ésta y otras regiones.
Por otra parte, son varios los obstáculos a sortear cuando estás en regiones, sobre todo el recurso humano. En Chile, por cada mil empleados sólo existe un profesional para crear conocimiento, mientras que el promedio de la OCDE es de 7. En regiones, esta cifra es aún más baja. Por tanto, en un centro como el nuestro, donde la ciencia con misión es importante, se requiere ser ingenioso en la arquitectura de ideas, para lograr nuestros objetivos y atraer recurso humano calificado. Sin una apuesta atractiva, es más complejo que en Santiago”. •••